Mas de una semana sin tener noticias, peeeero todo tiene su porque y es que hemos realizado nuestras mini vacaciones chapinas aprovechando la visita de Pablo, Isa y Maricarmen.
Partimos el miércoles 6 para Guatemala, donde ellos tuvieron la oportunidad de conocer a la familia de Guate que tanto hemos hablado de ellos.
Por la noche cogimos un autobús dirección a Flores, es un viaje nocturno que se aprovechan las 8 horas para dormir. Había una inspección EXHAUSTIVA para subir al bus, tan exhaustiva que abrían la mochila a medias, una ligera ojeada y ya está. A medio camino nos hicieron bajar porque había una inspección en el autobús para “detectar” una supuesta intrusión de alimentos no autorizados, pero nos dieron el coñazo para bajar en medio de nuestro placentero sueño y todo para pasar abajo minuto y medio que no les dio tiempo ni a ver si había dinosaurios. En fin, mas incoherencias.
Llegamos a las 6 de la mañana a Flores. Flores es una isla que se encuentra en el Lago Peten-Itza, que se encuentra al norte del País, y generalmente es la ciudad dormitorio de los viajeros que suben para ver las ruinas Mayas, sobretodo las de Tikal.
A las 6, es completamente de día y la vida ya ha comenzado hace rato, por ello que mejor que desayunar el tradicional desayuno chapin con sus frijoles, huevos y plátano frito??? El lugar era pintoresco pues la higiene no era precisamente algo que le caracterizara.
Una vez que nos establecimos en el hotel, salimos a dar un paseo por el pueblo. Nos informamos un poco sobre que hacer allí a parte de ir a Tikal.
Decidimos seguir paseando y derrepente se nos apareció como de la nada un curioso personaje de unos 120 años. Se llamaba Miguel, y nos conto un rollo para no dormir convenciéndonos de que el mismo tour que hacían otros, él lo hacia mejor pero mas caro. Total, que nos convenció y partimos con él en una lancha solo para nosotros dando un paseo por el Lago Petén. El paseo fue maravilloso, el día estaba despejado y el sol decidió aparecer en su versión mas fuerte, es decir, que pegaba de lo lindo.
Paramos en un mirador súper chulo donde nos hicimos un book, dadas las vistas panorámicas que había. Nuestro amigo Miguel solo nos indicó el camino y se quedó abajo esperando, claro es lo que tiene la edad, jeje.
Seguimos el tour y nos llevó a un zoo, y ahí vino el problema cuando derrepente nos pidieron otra pasta por entrar. Tuvimos el primer arrebato de indignación y nos negamos a pagarle a Miguel por habernos engañado. Al final pasamos al zoo y la verdad es que tampoco valía mucho porque cada dos por tres nos decía, “este no esta porque a muerto”, y claro había unas cuantas jaulas vacías. Otra cosa es que en medio de ese entorno tan maravilloso ver a los animales enjaulados no es precisamente algo de lo que disfrute mucho.
Bueno terminamos el tour un poco indignados, aunque Pablo y Jessy cuando llegamos a tierra le querían pagar todo pero tuvimos que tener mano dura y pagarle lo que se merecía por mentiroso, y hasta nos pidió perdón y todo quedó bien.
Después de calor horrible que pasamos en el tour nos fuimos a tomar una limonada la cual no me sentó nada bien. Y no pase una buena tarde pero bueno eso me pasa por probar hielo de fuera de Solola, me confié y zas.... pero bueno no fue mucho.
Pasamos un día de relax en flores descansando para el día siguiente ir a Tikal. No estuvo nada mal, que si cervecitas (Gallo, Moza, Bravha,....) buena comida a la orilla del lago, una cartas y un poco mas relax.
Al día siguiente madrugón para poder llegar al amanecer a Tikal. A pesar de la gente cotorra que no se calla ni debajo del agua la relajación y tranquilidad del mundo maya bajo los aullidos de los monos aulladores fue espectacular. Por cierto son pequeños pero hacen un ruido que parecen osos.
Llegamos a un templo de 70 metros de alto para observar como se elevaba el sol sobre la capa de nubes que formaban encima de la densa cobertura de vegetación semi-selvatica. Un buen momento de meditación y disfrute de la naturaleza en estado vivo y con un poquito de imaginación poder ponerse en el puesto de algún maya privilegiado que se subía allí para sus ritos.
El resto de la mañana estuvimos haciendo un recorrido de 6 horas donde pudimos ver las ruinas más importantes. Como curiosidad decir que el Imperio Maya nunca fue tal, sino que estaban disgregados por colonias y no hubo un emperador único. También decir que cuando llegaron los españoles, los mayas aun no habían descubierto ni el oro ni la plata por lo que no existieron saqueos de los españoles a los mayas. El hecho de que no lo hubieran descubierto les da un gran valor por las construcciones y herramientas que poseían. Las rocas estaban cortadas con una perfección digna de admirar.
Terminamos toda la ruta a las 11 de la mañana, aunque parecían las 4 de la tarde y volvimos a Flores para pasar una tarde tranquila descansando de la caminata matutina.
Al día siguiente volvimos a madrugar para coger una infernal camioneta que nos llevaría a Cobán. Lo que aquí le llaman microbús es allí una furgo tipo Vito. En ella nos cobraron relativamente poco y salía de la terminal de autobuses (cosa que nos dio algo mas de confianza), pero cual fue nuestra sorpresa cuando empezaron a meter personas y mas personas y nos impusimos y dijimos que ya no dejábamos sentarse a 5 personas donde cabían 4 apretadas. El del micro se enojó bastante, pero seguía el camino. De vez en cuando lo intentaba pero le decíamos que no y no, y nos quería cobrar mas. Casi salimos a tortas cuando para colmo empezó a meter gente en el maletero!!!!!.
Lo que mas me dolía de todo es que los de aquí se dejaban maltratar y acataban ir como burros sin decir ni mu, ni una sola persona decía nada cuando el conductor les obligaba a ir en el maletero o encima de tres señores asquerosos y malolientes. Pero es que no se dan cuenta que si ellos no protestan o levantan la cabeza no hacen mas que pisotearles?????
Llegamos a Coban y tuvimos una crisis de grupo donde no entendíamos este país, y lo único que te daba eran ganas de llorar por impotencia. Afortunadamente solo fue un mal momento después de nuestro viaje infernal de 6 horas metidos en dicho microbús sin salir para mear y soportando todo tipo de fealdades (por decirlo finamente).
Después de dicho momento llego Alejandra, una española que conocieron en el avión y es de Murcia, ha venido un mes a Chichicastenango y la invitamos a que se viniera con nosotros para que saliera a ver algo del país.
Dimos un paseo por Coban, un municipio que no vale nada sino es por su entorno de naturaleza privilegiado.
Todos juntos fuimos a Semuc-Champey, donde el viaje fue infinitamente mejor, donde el último tramo fue en pick-up en la parte de atrás, ya que el hotel estaba metido en medio de la nada. Este último tramo fue de noche y con un tiempo completamente despejado donde vivimos un momento de aventura especial y donde conocimos a Hugo un chico que Jessica quería adoptar.
Llegamos a Las Marías (así se llamaba el hotel), situado a la orilla del rio Cahabon, en un enclave bien chulo donde se daba la situación perfecta para pasar una buen fiesta (aunque solo hasta las 10 porque como la luz era de generador a las 10 lo apagaban) , disfrutar de la naturaleza, en modo aventura (conmigo a la cabeza) o modo contemplativo (Pablo a la cabeza, jeje).
Al día siguiente fuimos andando a Semuc-Champey, una de esas maravillas de la naturaleza que están escondidas y que cuando la divisas podrías pasarte días contemplándola. Son unas pozas de color turquesa encajado en un valle donde el tiempo nos acompaño para pasar un día de baño y bocata de atún dentro de ellas.
Hay que hacer mención especial a la subida al mirador que a pesar de no ser la escalada al Everest era un paseo bueno y sobretodo con chanclas (recomendado por Johnny, el colega del hotel que nos dio ese consejo, el cual lo pagaría su familia ya que nos estuvimos acordando de ellos toda la subida). Eso si la vista merecía la pena.
Al día siguiente tuvimos nuestro momento aventura total, mientras Pablo e Isa se quedaron en el hotel jugando a cartas y pasando una mañana relajada, el resto nos fuimos hacer una incursión con guía por unas cuevas chulísimas. Te daban una candela a cada uno y el 95% de la ruta era en agua, algunas veces nadando, otras veces andando y otra veces subiendo y bajando escaleras. Fue toda una experiencia súper divertida y el momento álgido fue cuando apagamos todas las luces y nos quedamos completamente a oscuras sentados en una especie de playita que había al final de la ruta. La oscuridad era tal que aun esperando a que se te haga la vista a la falta de luz no podías ver ni la palma de la mano que te ponías a un cm de tus ojos. Además fue genial porque solo íbamos nosotros 4 en la ruta, en cambio cuando volvimos nos cruzamos con un grupo de 20 personas y perdía todo encanto.
Este fue el momento de partida:
Despues de la aventura en las cuevas, se volvia en los neumaticos por el rio.
A continuacion os regalo una foto que a nosotros nos parecio espectacular, un dia hare una entrada solo con fotos curiosas e impactantes para los que os gusta reflexionar un poco sobre el SUR.
Esta foto se titula "Nunca subestimes el poder de la publicidad", es una señora indígena en mitad de la nada, donde apenas hay habitantes y poco turismo pero cuando el calor aprieta lo que ella requiere es una buena Coca Cola (aca la llaman gaseosa).
No parece increible??
Ya tocaba regresar a nuestra casa Chapina, eso si no sin pasar momento de aventura (TPV´s). Fuimos a Cobán y asombrosamente desde Cobán salía un autobús normal como los de España a Guate, que gusto de viaje. Aunque nos pusieron una súper peli, que no creo tener palabras para poder describir semejante espectáculo.............
Eso si llegamos a Guate y nos costó la vida en coger una camioneta para ir a casa. Estuvimos parados en una parada de bus mas de dos horas al lado de una señora histérica que iba al mismo sitio que nosotros. Isa se metió en el papel y con la risa hicimos tiempo para esperar la ultima opción que al final cogimos y llegamos a casa tarde y sin batería en el celular para avisar a nadie.
Como siempre después de todo lo que nos pasa al final todo sale bien y entre risas y coñas pasó el tiempo para llegar a nuestro hogar,..............que ganas!!!!!
Nos dimos el lujo de tener un día de no hacer nada descansando para tomar fuerzas para la feria de Solola (la Virgen de la Asunción), que aunque no la vivimos muy fuerte si tuvimos un momento buen el 15 con todos nuestros vecinos jugando a los futillos (futbolines) y tomando unos churros de harina de maíz súper ricos (aunque nos cayó bien pesado).
El domingo nos fuimos al famoso mercado de Chichi, donde nos liamos a comprar (Isa al frente) y compramos una buena parte de los regalos tras numerosos regateos, que acaban destrozando mentalmente a uno.
También es famoso el mercado por su gran mercado de mascaras, son un poco cantosas pero tienen infinidad.
Este es el instrumento nacional, la Marimba con un lugareño viejito. Es relindo, aunque cuando pasa mucho tiempo se hace monótono.
Ahora ya hemos regresado a la vida Sololateca, y súper agusto de volver a nuestra vida tranquila aunque a la vez ajetreada. Cerca de nuestros vecinos (la familia Chiroy) que tan bien nos cuidan, aunque muchas veces no llegamos a comprender muchas de las actitudes y filosofía de la cultura indígena.
Para despedirme os dejo con la mirada penetrante de este ave carismático (Papagayo) que nos encontramos en Chichi.
Un beso muy fuerte a todos, y hasta la próxima.
PD: espero que os guste a todos porque llevo con el culo pegado 2 horas y media.
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